La primera se dedicará a restaurar el núcleo principal de la unidad, que comprende el Palacio -conservando sus grandes salones, cúpulas y bóvedas seculares, así como los numerosos paneles de azulejos y la estatuaria-, el lagar y el granero. Pero también los antiguos edificios de las caballerizas, el picadero, para que pudiera acoger competiciones oficiales, y la capilla, decorada con azulejos estampados y un retablo de piedra en el presbiterio con un altorrelieve de Nuestra Señora de la Misericordia (Nossa Senhora da Misericórdia).
Incluirá 71 habitaciones, una recepción, un bar panorámico, un restaurante, un spa con piscina cubierta, salas de masaje y gimnasio, piscinas exteriores para adultos, zona de juegos infantiles y campos de fútbol, pádel y multideporte, así como picaderos y establos cubiertos y al aire libre.
La segunda fase, que tendrá lugar en 2027, se dedicará al conjunto de edificios situados al norte de Quinta da Cardiga, también en desuso y en ruinas. Aquí habrá 45 habitaciones más y una gran sala de eventos.
«Queremos construir aquí un hotel de alta calidad que atraiga a más turistas y visitantes a la región. Será un resort rural que, por supuesto, estará estrechamente vinculado a la tradición ecuestre. Pero también honrará el valor histórico del Palacio y de toda la propiedad, aprovechando su ubicación y la belleza de los paisajes circundantes», afirma el presidente de Vila Galé, Jorge Rebelo de Almeida.
«Se trata de otro proyecto de recuperación del patrimonio y, una vez más, en el interior del país, porque queremos contribuir cada vez más a su desarrollo, sobre todo para aliviar la carga turística de la costa», subraya.