EN UNA PINTORESCA POBLACIÓN DE MADEIRA
CON LOS PIES Y LOS OJOS EN EL MAR
El hotel Vila Galé Santa Cruz, en Madeira, el nuestro ‘todo incluido’ ofrece una vista incomparable sobre el Atlántico, aliada al ambiente pintoresco de esta población.
Este hotel en Madeira, a cinco minutos del aeropuerto, cuenta con 262 acogedoras y sofisticadas habitaciones. También incluye dos restaurantes, dos bares, piscina exterior y spa, con piscina interior calentada, sauna, piscina de hidromasaje, baño turco, gimnasio y salas de masajes.
Además de wi-fi gratuito en todas las áreas, el hotel Vila Galé Santa Cruz dispone de un moderno y bien equipado centro de convenciones y de espacio polivalente para todas las ocasiones, lúdicas o de negocios.
Para una verdadera comunión con la naturaleza, durante su estancia en este hotel en Madeira, aproveche la diversidad de deportes náuticos, deslúmbrese con los diferentes spots de buceo, va a conocer las Levadas y no se vaya sin ir a respirar la tranquilidad de la floresta Laurissilva. Para una panorámica completa de la isla, deje que su mirada va salteando entre el Atlántico, las escarpaduras a pique, las colinas ondulantes cubiertas de vegetación, las plantaciones de plátanos. Las piscinas naturales de Porto Moniz, Curral das Freiras, Câmara de Lobos y Santana, con sus casillas tradicionales son puntos de visita obligatoria.
Es importante saber también que el hotel Vila Galé Santa Cruz está a 15 minutos del centro de Funchal, lleno de tiendas y rincones históricos. En la ciudad, registre más momentos dignos de postal. En el Mercado de los Labradores, las floristas en sus trajes típicos, cercados de orquídeas y otras plantas, dan un colorido y un aroma especial al espacio. Al continuar por los pasillos, deje convencerse por los vendedores de frutas y va probando aquí y allí las diferentes calidades de frutos de Madeira y otras especialidades como la poncha o el “bolo do caco”. Al final, intente recordarse cuantas variedades maracuyá ya ha experimentado.
Para los aficionados al golf alojados en este hotel en Madeira, hay el desafiante Club de Golf Santo da Serra, que tiene el mar como escenario.
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